El tren de la vida.

       Relato nº 11



Tu relato: Me subieron yo no me subí, no recuerdo cuando, pero si de las primeras veces que me asome a la ventanilla.
Era el patio trasero adonde nació mi madre todas las mañanas cogía los huevos que habían puesto las gallinas. También en el pueblo costero adonde nací a mi padre atándome una cuerda a mi alrededor y el remando  soltándome en el mar, así aprendí a nadar dice, yo creo que nací sabiendo.
No se cuando, pero empecé a ver a gente bajando en un anden y al mismo tiempo subiendo, no conocía a nadie. Si empiezo a tener visión de juegos risas y lloros, veranos y lluvia, el tren iba o me parecía  a mi despacio. También recuerdo la primera vez que se bajaba  a alguien que conocía. Sus padres y familiares llorando  ¿Por qué me decía yo?, menos mal que al poco tiempo los llantos desaparecieron.
Continuaba subiendo y bajando gente, el tren parecía ir un poco, no mucho mas aprisa.
Recuerdo en otra mirada atreves de la ventanilla que empezó a asomar en mi, el cambio. Algo diferente y a al vez agradable apareció por primera vez, necesito comunicarme con otra gente, necesito “liberarme” . Toda mi vida girara a través de esa liberación pero no lo sabia la primera vez. 
Ya soy consciente de que estoy en un tren, conozco a todos los de mi vagón.  Ya se que en el vagón de atrás o de adelante hay gente nueva, pero me muevo en el mío. Me da la sensación que la marcha es mas rápida seguramente será una percepción mía pero no soy verdaderamente consciente de la importancia de ello.
Pero hay un momento que todo aparece ante mi, nosotros escogemos donde sentarnos y lo hacemos continuamente, vamos cambiando de asiento, tenemos miles de compañeros de viaje, los vemos bajo nuestro punto de vista, ellos a nosotros bajo el suyo y entre todos esos miles, pocos, ¡ en muy pocos! decides ser amigo y ellos lo deciden ser tuyo.
Es cuando en el viaje las vistas parecen más hermosas, y cuando somos reales, auténticos, nos acepta y tú lo aceptas a él o ella, no importa sexo. Es amigo. Saben todo de ti y tú de ellos. En verdad no te das cuenta de que estas viajando, solo cuando uno de ellos se baja en una estación empiezas a ser consciente. Mi amigo Paco se ha bajado además sin avisar, parece que así es más doloroso pero igual da que sea de repente o avisándote, es cuando te das cuenta de que viajas A NINGUNA PARTE. Ahora soy consciente de lo rápido que va ya el tren,  se acerca mi anden no se cuando pero se que va mas aprisa Dios mío que buena esta la cerveza fresca che!